Gastronomía - Lasaña de pollo y champiñones

Al igual que el filósofo romano Cicerón y el gato Garfield, son millones las personas en el mundo que se reconocen fanáticas de este tradicional plato mediterráneo.

Sin duda l gastronomía Italiana nos encanta. Sus distintas pastas y pizzas nos entregan no sólo sabores deliciosos, si no que amenizan un buen momento en familia o con los amigos. Dentro de la amplia gama de platos que existen, la lasaña (o lasagna) se ha transformado en uno de los más apetecidos.

Respecto a su nombre, e libro “Dictionary of Italian Food and Drink” postula que se deriva del latín lasania (cacerola). También se baraja la tesis de que proviene del término griego lasana, que quiere decir “trípode de cocina”, el cual se utilizaba para designar el plato en el que se preparaban las lasañas.

Existen muchas variantes de este plato, porque aunque las más tradicionales o conocidas consideran la combinación de pasta al horno con salsa de tomates y carne, o bien con salsa bechamel, también es posible encontrar lasagnas de verduras como coles, brócoli y espinacas.

Algunos en lugar de salsa de carne (en su mayoría de cerdo o vacuno), emplean pollo o pavo. Esta vez, incluiremos la carne de pollo para cocinar una exquisita lasaña.

Preparación

Lavamos la pechuga antes de usarla. Luego la agregamos en una olla con el ajo machacado, el cubo de caldo, un poquito de cebolla, sal y pimienta. Cocinamos todo junto por unos 10 minutos. Posteriormente, sacamos el pollo y esperamos a que se enfríe para desmecharlo.

En un sartén, sofreímos los champiñones con la mantequilla y le adicionamos el vino blanco, luego le agregamos el pollo y la salsa de champiñones, y mezclamos todo.

Posteriormente, en una fuente para hornear colocamos 4 láminas de lasaña y encima agregamos la mitad de nuestra mezcla. Después añadimos las otras láminas y el queso mozzarella, y luego el resto de nuestra mezcla. Por último, lo tapamos con queso parmesano, precalentamos el horno a 350 grados, y dejamos que se cocine por 20 minutos aproximadamente.

Una vez finalizada la preparación disfrutaremos de una pasta suculenta y con historia, que deleitará a nuestro paladar igual o más que a los paladares de Cicerón y Garfield juntos.